Teresa es la voz de Sina. A través del teléfono de consultas e información (677 202 129) atiende llamadas de toda España y hace que la realidad de muchas madres cambie: les devuelve la confianza y consigue reconducir sus lactancias. Algunas pensamos que Teresa, en ocasiones, lo que hace es magia… Teresa es IBCLC, tiene una gran experiencia en asesoría a las madres, pero, sobre todo, un enorme corazón. Nos enseña a las demás asesoras cómo mejorar día a día en nuestra labor de madres que apoyan a otras madres. Sus historias de asesoramiento son un bello ejemplo de qué es la asesoría entre pares. Esta es una de las lactancias que ha acompañado…

Ser la persona que atiende el teléfono de atención 24hrs de Sina no sólo conlleva tener un segundo móvil en el bolso. Conlleva tener que atender llamadas en el momento más inesperado, como cuando voy en bici al trabajo, cuando estoy recogiendo a mis hijos del cole, o cuando estoy lidiando con ellos, cuando me estoy tomando algo con una amiga, comprando en el súper o cuando estoy en la ducha, en cualquier momento puede sonar el teléfono. Entonces, centro toda mi atención en esa persona que necesita información, necesita hablar o desahogarse.
En el teléfono de Sina recibo llamadas desde cualquier punto de España, recuerdo gratamente llamadas de Madrid, de Badajoz, de la provincia de Valencia…
Y no sólo conlleva esta disponibilidad que intento cubrir de la mejor manera que puedo, también tiene estas cositas, como el regalo que Pilar me ha hecho escribiendo su historia, una mamá que me llamó cuando su bebe tenía 5 días y que al mes y medio nos vimos y nos conocimos, porque en ocasiones, no se puede evitar, y como en esta ocasión, asi surgió.
Pilar, gracias por escribir todo lo que estás viviendo, porque, gracias a estos detalles, yo sigo atendiendo el teléfono de Sina y las voluntarias de Sina estamos donde estamos, haciendo lo que hacemos.
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LA LACTANCIA DE PILAR

La lactancia materna me ha devuelto la alegría de vivir, la autoestima, la sonrisa permanente en la cara a pesar del cansancio y la fe en las personas y en mí misma.
Quiero agradecer enormemente a esta asociación SINA la labor que hace, y en especial a ti, Teresa, que has sido mi “ángel de la lactancia”.
Como sabes, yo ya tengo dos hijos criados con biberón, abandoné la lactancia a los 7 días, no tuve unas circunstancias ni un entorno favorables (mastitis, mal enganche del bebé…muy poca información y mucha presión familiar y social para pasar al biberón y reincorporarme al trabajo enseguida). De esto hace ya 12 años.
Diversas circunstancias en mi vida, sobre todo la muerte de mi padre, me hicieron replantearme la vida, así que decidí disfrutar cada segundo de mi marido, de mis hijos y jugar con ellos, me había perdido sus primeros años de vida por culpa de un entorno que me exigía ser la más profesional y la más delgada después de dar a luz, la más perfecta, pero no la mejor madre ni tampoco una persona feliz.
Así que acabamos en un pueblecito cerca de la montaña, donde el tiempo pasa mucho más despacio que en la ciudad, y quise repetir mi maternidad por tercera vez pero esta vez desde otra perspectiva, ahora con lactancia materna, si la vida me concedía ese regalo. Y digo esto porque después de tener a mi segundo hijo me sometí a un levantamiento de pecho (mastopexia), así que el que pudiera amamantar no era seguro.
No he tenido ningún problema con el proceso en sí de amamantar. Así que superado esto, ¿qué podía salir mal?
Antes de tener a mi hijo, me estudié toda la teoría para dar el pecho (agarre, complicaciones….); lo leí todo, para saber reaccionar a tiempo y me fue bastante útil, pero la práctica es otra cosa: he tenido que luchar contra mis miedos, inseguridades, mi educación y mi falta de confianza en mí y en el bebé.
Te estoy enormemente agradecida, Teresa. Cuando te llamé por primera vez, lo hice con mucho miedo porque no conocía nada de la asociación y no sabía a quien me iba a encontrar al teléfono, pensaba que me reñirías y hundirías porque a los 7 días empecé a introducir biberones (lactancia mixta) porque mi madre me decía que el niño todo el día enganchado al pecho era señal de que no se alimentaba bien, que el nieto de una vecina engorda 400 gr. semana y el mío solo 200 grs. … Pero mi niño estaba perfecto, hacía pipi, 6 cacas al día, sólo perdió 100 grs. después de nacer… pero mi falta de confianza y el cansancio hicieron que me viese cometiendo los mismos errores que en el pasado, incluso compré una báscula para bebés y lo pesaba dos veces al día.
Algo me impulso a llamar por teléfono y encontré a una persona amable, respetuosa y cariñosa, a Teresa, dándome ánimo, diciéndome “lo estas consiguiendo solo tienes que confiar en ti”. No sabía hasta ese momento lo necesitada que estaba de unas palabras de ánimo, y de cariño. Me generó una confianza tan grande que no volví a dar ningún biberón más desde ese día.
Gracias a ti, Teresa, confío más en mí y en mi bebé, intento superar ese miedo a la alimentación, es cierto, como tú dices que los bebés no son tontos y comen cuando tienen hambre.
Ahora le he quitado las pilas a la báscula de mi bebé, a la mía, y a mi reloj. Disfruto plenamente de mi hijo, le doy la teta cuando quiere comer y cuando llora y cuando sólo quiere mimos; ya no apunto en una libreta las tomas que hace al día. Ahora le miro a la cara y soy enormemente feliz.