Rememorando nuestro camino hasta aquí, todavía no me parece cierto que lo hayamos conseguido.
Primero dudábamos de que nos fueran a aceptar no siendo personal sanitario.
Recuerdo la rápida respuesta de Adelina diciéndonos que preparáramos la ducumentación.
Recuerdo la emoción que sentí dándome cuenta de que iba a ser posible, para dar paso a la inseguridad inicial al contemplar un extenso temario y con ese nivel tan elevado que parecía que ibamos a estudiar medicina…
Fue un acierto prepararnos con las peruanas de la Red Lacmat, porque tantísimos libros y tanta materia… Aunque los nervios llegaron con los primeros exámenes de la preparación on line. Esos domingos en los que cerraban el módulo, teníamos que tener ya los trabajos y examen hechos.
Resultó especialmente complicado estudiar con los niños armando alboroto a mi alrededor, las noches hasta las tantas… La verdad es que hemos sacado las horitas de estudio de dónde hemos podido compaginádolo con la casa, los niños, el marido, la familia y el trabajo.
En fin, que parecía imposible llegar a asimilar toda esa información y lo conseguimos.
Los últimos días, repasándolo todo con unos nervios de muerte, nos parecía que cuanto más leíamos menos sabíamos. Recuerdo los repasos en el skipe en pijama entre nosotras y con Alba Padró que nos ayudó muchísimo y a quién estaremos siempre agradecidas.
También la noche antes en Madrid, en la que no pegamos ojo, la llamada de Concha para darnos ánimos y fuerza (¡gracias!) y lo que no puedo ni podré olvidar es la entrada a la sala dónde haríamos el exámen cuando, al ser conscientes de que por fin íbamos a examinarnos de IBCLC, no pudimos evitar emocionarnos todas.
Cuando estaba sentada en la silla con los tesoros que me dieron mis hijjos para darme suerte (los jazmines de Jorge pegados en celo, la amatista que eligió Blanca y la pegatina de Maya de Betty Boop) y Kika Baeza nos repartió el dossier me puse a llorar, imaginaros la escena…
Y ya por la tarde, al terminar las dos largas partes, agotadas, no podíamos parar de llorar soltando toda la tensión acumulada y contentas a la vez por haber cumplido un sueño que nos había parecido tan inalcanzable.
Luego vino una larguíiiisima espera estos tres meses en los que sólo te vienen a la cabeza las preguntas en las que crees que has fallado. La verdad es que, cuando se trata de un exámen de tantísimas preguntas, al final pierdes la noción, con lo cual, hasta que no vimos el pass fue muy duro.
Cuando yo lo ví, llamé a Laura y comunicaba. Después, al llamar a Teresa me equivoqué dos veces, una llorando diciendo TERESAAA y me contestó una señora con voz dormida «¿Donde llamas?» Y la segunda llamada, que la hice riendo, me volví a equivocar. Me temblaban las manos. Y sé que mis compañeras lo pasaron muy mal porque ellas ya sabían que habían aprobado y a mí no me localizaban.
Muchas gracias a todas nuestras compañeras de Sina que nos habéis estando preguntando y animando, sobre todo por la confianza que habéis depositado en nosotras asegurándonos contínuamente que lo ibamos a conseguir. Hablábais de nosotras como las IBCLCs, como si ya lo hubiéramos conseguido. De verdad, no tengo palabras para agradeceros lo apoyada que me he sentido.
Aunque suene tan reiterado:
GRACIAS A TODAS DE CORAZÓN.
Paloma de Miguel
IBCLC
Voluntaria de Sina
.
Una respuesta
Sofía
enhorabuena, no me cansaré de decirlo, me alegro muchísimo, paloma!!!