Escribo en este relato mis sentimientos, mi experiencia, desde la emoción que ha supuesto el nacimiento de mi nieto Adrián. Con el consentimiento de sus padres.
Siempre hemos sido buenas amigas, pero desde que Esther se quedó embarazada, se estableció una especial conexión entre nosotras.
Por entonces yo terminaba de comenzar mi formación como Doula y ella se mostraba muy interesada por todo cuanto yo estaba aprendiendo. Así, le compartí mis seminarios y la información técnica y emocional que en el curso adquiría.
Ambas pensamos que era un privilegio que nuestra relación fuera tan cordial, ya que por regla general la relación suegra-nuera, no suele serlo.
Ambas estábamos ilusionadas en compartir el nacimiento de Adrián, y yo desde mi posición de Doula me sentía capaz y feliz para poder ofrecerle mi apoyo, mi presencia… mi estar. Y como abuela, sentía que iba a ser un gran regalo ver nacer a mi nieto.
Ella a su vez se sentía empoderada… confiaba en el proceso natural del parto y desde antes de quedarse embarazada, SABÍA que iba a amamantar a su hijo. Además se mostraba confiada y agradecida por tener una suegra Doula y una cuñada experta asesora en Lactancia Materna…
Habíamos comentado en varias ocasiones cómo íbamos a prever el parto, pero siempre se me quedaban dudas… la sensación de que no, no terminábamos de cerrar el tema, aceptando siempre que no hay nada que se pueda controlar y que luego las circunstancias son las que son. Aún así, comenté esta sensación mía con mis compañeras de formación, con mis Doulas amigas. No sabía qué, pero tenía cierta intuición…
Había llegado el día. Esther estaba de 40 + 4 y comenzó de madrugada soltando el tapón mucoso. Mi hijo me llamó a las 8:30h diciendo que tenía contracciones muy fuertes y que me recogían para dirigirnos a la clínica, ya que estaba a más de una hora de camino. Pensé que era demasiado pronto, pero no me habían preguntado… no me habían dado opción a opinar y obedecí sin más.
Llegados a Acuario y tras una primera monitorización y tacto solamente había dilatado un centímetro ¡no era casi ni preparto! Pero por no regresar a Valencia, se quedó en una habitación.
Las contracciones eran continúas pero ella estaba muy nerviosa e intenté acercarme… le preguntaba si quería masaje, o una ducha caliente… no terminaba de encontrar una postura cómoda, no terminaba de centrarse.
La volverían a monitorizar a las 16:00 h. y verían si había dilatado algo más. Empezaba a decir que estaba cansada, que no podría… Yo intentaba decirle que sí, que escuchara a su cuerpo de poderosa hembra mamífera, que todo iba bien, que era cuestión de tiempo…
Cuando volvimos a bajar al reconocimiento no había adelantado nada, estaba igual. Las contracciones eran fuertes pero apenas eran productivas… lo cual la desanimó. La matrona le dio homeopatía para ayudar en el proceso.
Decía que las sentía muy fuertes y no sabía cómo gestionar el dolor y la intenté llevar en una visualización hacia el mar (a ella le encanta) y que se viera entre olas, dejándose llevar, sintiendo cómo su cuerpo se mecía sin oponer resistencia, sin luchar… pudo hacerlo durante dos o tres contracciones, no más.
Hablé por teléfono con una de mis compañeras y amigas en la formación, Regi, la cual me indicó una serie de puntos de reflexología y una preciosa visualización con flores que se abren… le pedí permiso a Esther para podérselo hacer y comenzamos.
Empezó a relajarse un poco, llevaba mejor el tiempo de espera entre una contracción y otra… y a eso de las 18:00 h llegaron su padre, su madre y su hermana. Además de su pareja (mi hijo) y yo, todos estábamos en la habitación…
Y ahí empezaron a hacerse realidad, desde lo que yo sabía, mis temores: la pérdida de privacidad, de intimidad, el salirse de ella y estar hacia afuera con sus padres, con nosotr@s, esperando inconscientemente, la aprobación que toda mujer necesita de su madre… suficientes motivos para paralizar el proceso de parto.
Esther y su familia salieron a pasear justo en el momento en que ella comenzaba a relajarse y sentí que necesitaba quedarme a solas. El próximo reconocimiento lo tendría a las 20:00 h y yo esperaría en la terraza a que volvieran… temía que el parto se detuviera.
Y así fue, pasadas 12:00 h del comienzo de las contracciones estaba dilatada dedo y medio, apenas avanzaba y las contracciones cada vez eran menos frecuentes y menos fuertes. No conectaba con ella ni con su bebé, estaba fuera del planeta parto…
La matrona le dio la opción de quedarse ingresada por ver qué pasaba… o marcharse a casa y volver al día siguiente. Esther estaba hecha un lío delante de mí… y de su madre, no se sentía capaz de tomar una decisión. Y yo asumí la mía: me iba a mi casa, ya no tenía nada que hacer allí.
Decididamente pensé en renunciar a estar en el momento del nacimiento de mi nieto, decidí dejarla sola con su pareja para que retomaran su espacio y reconstruyeran su nido aunque fuera en la habitación de la clínica. Y así se lo hice saber a los dos.
Sus padres, al escuchar que me iba, también decidieron hacerlo para volver enseguida que les avisaran en cuanto moviera de nuevo el parto. Pero yo tenía clara mi opción: no volvería hasta pasadas unas horas de haber nacido el niño, hasta que ellos estuvieran descansados y en condiciones de ser visitados. Sentí, desde el fondo de mi corazón que era lo mejor para ellos.
Esther rompió aguas a las 3:00 h de la madrugada, bajó al paritorio a las 5:45 cuando mi hijo me mandó un mensaje diciendo que todo iba bien pero que no querían que nadie estuviera de nuevo con ellos, que si queríamos ir, esperáramos fuera.
Le respondí con otro mensaje diciéndole que, me avisara cuando naciera Adrián porque yo no iría a esperar… ya había pasado por eso y no quería volver a sentirlo. Acudiría cuando todo hubiera terminado, por el bien de ellos y por el mío. Por fin habían tomado la mejor decisión: retomar su privacidad.
A las 7:39 mi hijo me ha llamado envuelto en lágrimas: SU HIJO terminaba de nacer, estaba enganchado a la teta de su madre, ella estaba bien y él muy emocionado. Apenas pude hablar… les envié mi abrazo más amoroso, para los tres. Las lágrimas también anegaban mis ojos… mi garganta no podía emitir más sonidos.
Y ahora, desde la serenidad que me aporta el entendimiento y la aceptación, estoy expresando a través del papel todas estas emociones contenidas durante 24 h., todo lo sucedido y que de algún modo, mi intuición me había adelantado…
Las cosas han sido de manera totalmente distinta a lo que quizás me hubiera gustado y de lo que en un principio habíamos “planeado”. Pero la Vida es así, NADA se puede planificar porque todo es susceptible de cambio, todo está pendiente de un hilo… nadie puede controlar nada.
Esther y Manuel son unos padres conscientes y generosos con su hijo desde el primer momento pues han elegido para su llegada al mundo la mejor manera de hacerlo, a pesar del dolor, a pesar de todo el tiempo transcurrido han sabido ESTAR de la mejor forma: tranquilos, pendientes de todo movimiento, compartiendo cada segundo con plena consciencia, con intimidad y con privacidad… y me llena de sano orgullo poder contarlo en este blog de lactancia y de crianza consciente.
Soy una mujer afortunada por todo lo que tengo, por mi amado compañero y marido, por mis maravillosos hijos, por mis nietos, por mi familia tal y como es.
Y soy afortunada también porque día tras día, son muchas las ocasiones que tengo para seguir aprendiendo y para no cesar nunca de dar gracias a la Vida. Y ésta ha sido otra ocasión, sin duda.
ADRIÁN, seas bienvenido porque eres un ser deseado y amado por tus padres, por toda tu familia. Deseo que la Vida te conceda todo tipo de gracias, lo mejor y lo que siempre necesites.
Yo, tu abuela, velaré por ello.
Con todo mi Amor,
11 Respuestas
ANA
Ojala estuvieras a mi lado…. Yo tengo una suega ex-matrona (jubilada) que ni por asomo me anima en mi idea de pensar que despues de mi primera cesárea puedo tener un parto natural y bonito.
Gracias por dejarme compartir tu maravillosa historia y por dejar aflorar mis sentimientos en mi semana 38.
Besos y que disfrutes de tu nieto y familia.
Ana
Ingrid
Me conmovieron sus palabras y su forma de manejar la situación. A veces uno quiere ayudar «tanto» que no se da cuenta del momento de romper líneas y retirarse. La felicito por la llegada de su nieto y por haber dado la oportunidad a su hijo y nuera de vivir ese momento sin toda la familia «ahi metida» a pesar de perderse ese maravilloso momento.
Marina
Enhorabuena familia!!!!
Concha es un placer volver a leerte (últimamente ya no frecuento Crianza Natural) Un abrazo a todos!
Lorena
Concha, qué emocionante.
Mi más sincera enhorabuena a tí y a todos los tuyos, por ese regalo tan bonito (¡qué guapo!), en especial a tu hijo y a tu nuera.
Es cierto que las cosas «vienen como vienen» y tal cual, hay que adaptarse. Esas fueron sus circunstancias.
Me ha hecho pensar un rato en los partos no respetados… No quiero ni imaginar el bloqueo de esos cuerpos… qué lejos del instinto y de la naturalidad.
Mil besos y a disfrutar del bombón.
Noelia
¡¡Bienvenido a Adrian y enhorabuena a la familia!!
Concha, chapó por tu manera de actuar, admirable tu forma de controlar la situación, lo hiciste muy bien aunque tuvieras la sensación de que no podías ayudar, creo que lo hiciste y con creces 😉 aunque te perdieras un momento tan esperado, me alegro de que esa pareja pudiera reencontrar su momento de intimidad antes del parto.
Ojala muchas suegras fueran como tú!! Besines
Carmen
Felicidades a toda la familia!! Qué sabia, Concha, retirándote a tiempo… espero que disfrutéis mucho con Adrian, está guapísimo en las fotos, relajado y feliz, después de un nacimiento respetado.
Olga
Enhorabuena Concha, siempre es un placer leerte!!! Me alegro de que seas una persona tan consciente de las cosas, a veces la familia misma quita protagonismo a la parturienta y recién-mamá poniendo su «título» (tias, tíos, abuelas, abuelos, hermanos, hermanas…). Un saludo!
INMA
¡Bienvenido al mundo, Adrián! Concha, da la enhorabuena a tu nuera y a tu hijo, y a tí, ¿qué decirte? Tu decisión fue sabia: los protagonistas eran ellos y lo que necesitaban en ese momento era intimidad para poder conectar con sus ritmos y con la madre naturaleza. Has sido la mejor doula, por intuitiva, por sabia, por respetuosa.
Un abrazo, familia.
Inma
marilo
Hola.He leido tu historia y no he podido dejar de llorar.Tengo un bebé de 5 meses y medio y perdí a mi madre en un accidente de coche cuando estaba embarazada de 4 meses.LO he pasado francamente mal emocionalmente hablando durante el embarazo, pero mi hijo me hacia ser fuerte.En el último mes me detectaron placenta previa.Se decidió hacer cesarea con forceps y espátulas en la semana 37 de embarazo.
Ahora estoy volcada con mi hijo, lactancia materna exclusiva, una excedencia durante un año para cuidarle, él es mi regalo del cielo y se merce lo mejor.
TE QUIERO MAMÁ,ALLÍ DONDE ESTES
Concha
Yo noy soy la protagonista, sólo he sido un enlace con mucho Amor.
Ana, no me importaría estar contigo en tu parto si fuera posible
Marina, yo también dejé CN …
Mariló, tu madre estará contigo siempre…
Gracias a todas por vuestras palabras.
Hinata
Precioso. Un abrazo.