Alix, nuestra amable colaboradora para realizar los talleres de portabebés y miembro de la red canguro, nos cuenta cómo llegó a ser «mamá canguro»:
Estuve viviendo 4 años en Holanda, allí conocí a una doula y me introdujo en el tema de los portabebés. Ella los recomendaba desde el primer día para que los bebés estuviesen en contacto con la madre desde el primer momento de vida, ayudando tanto a crear un vínculo afectivo, como a favorecer la lactancia. Me enseñó un montón de portabebés, así como su uso, llegué a probar un montón y con niños de diferentes edades, ya que cuando cuidaba niños allí usaba esos «trapitos» con ellos.
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Siempre pensaba: cuando tenga un hijo lo llevaré siempre pegado a mí. Y así fue, mi hijo nació y desde el primer día lo llevé en un portabebés, una bandolera, un fular, mochila ergonómica… tanto es así que no llegamos ni a comprar un carrito.
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Hace poco me comentaron dar una charla sobre portabebés, sus ventajas, beneficios y también los distintos tipos que hay. No tengo ningún curso hecho ni soy (todavía) instructora de portabebés, pero sí puedo aportar mi experiencia sobre este tema. Y con ello me gustaría acercar a más gente a este maravilloso mundo de los portabebés con todas las ventajas que supone tanto para los bebés como para sus padres.
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Los portabebés se pueden usar desde el nacimiento del bebé (fulares, pouch y bandoleras), o a partir del 5º o 6º mes (en el caso de mochilas ergonómicas o mei tais) y hasta que el niño quiera o la espalda del porteador aguante. El precio oscila entre los 25 – 30 euros hasta los 100 ó mas, pero siempre podemos hacernos con uno de segunda mano.
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Espero que os sea útil la charla y que vosotros y vuestros hijos disfrutéis de los portabebés.
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Alix
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2 Respuestas
Concha
A través de vuestro blog sabía de los talleres que habéis hecho sobre portabebés y me ha gustado ver este artículo.
Como siempre vuelvo a mi época de crianza. Yo también llevé a mi hija, hace 32 años, en una bandolera que compré en una casa de artículos para niños (no cito el nombre para no hacer publicidad gratuita) No sé como la llamaríais ahora, ni tan siquiera si era buena o todavia existe ese modelo.
El caso es que yo llevaba a la niña pegada a mi, no cogía el carro para muchas cosas, para ir a comprar, ir en autobús o ir por casa haciendo faenas.
Para que os hagáis una idea, era una tela de loneta de color azul con ribetes en blanco, cosida en pliegues, pero en una parte central esos pliegues se abrían y se hacía una especia de hamaca. Ahí se ponía al bebé encarado hacia la madre. A pesar de que la gente me miraba como algo extraño, yo la utilicé mucho, también con mi segundo hijo. Aunque parezca extraño, he rebuscado en todas las fotos y no he encontrado ninguna con mis hijos en la bandolera.
Con el uso se estropeó y para con el tercero de mis niños, ya no la pude utilizar. NO encontré nada parecido, ni se me ocurrió que existieran.
Por eso ahora, me ha encantado que hayan tantas posibilidades en el mercado para poder llevar a los niños encima.
Para las mamás que no las conoceis, os animo a probarlas.
¡Es chulo de veras!
Sofía
Me gustó mucho la charla, yo asistí a la del Gam de Valencia, y agradezco mucho la generosidad de Álix y Sandra al prestarse voluntariamente a ello.
Al leer la historia de Álix, y al hablar con ella, lo que más me llama la atención es el amor que tiene por sus «trapitos» y por los bebés, y el cariño con que habla de ellos, incluso los toca. Es algo especial. Y lo transmite.
Me encanta la foto de su hijo ocn el muñeco en el mini foulard, qué imagen más poco usual y más esperanzadora 🙂
Gracias, Álix, por regalar tu pasión siempre que puedes a mamás, papás niños.